sábado, 29 de octubre de 2016

El Sindicato somos todos

Hoy como nunca antes, quiero usar este medio para recordarles nuestro deber como socios.

Cuando allá por el 2009 hice los primeros sondeos entre mis pares para ver que pensaban de unirnos en un Sindicato que pudiera defender nuestros intereses, me sorprendió constatar que muchos de los consultados, en su mayoría profesionales de dilatada experiencia, no engancharan con la idea, o manifestaran abiertamente que como profesionales podían negociar de mejor manera sus condiciones contractuales si lo hacían individualmente. Lamentablemente, el tiempo mostró que estaban equivocados, pues varios de ellos fueron posteriormente despedidos.

Me sorprendió en esta primera consulta que no hubiera conciencia sobre la necesidad de un Sindicato o de que este pudiera ser más efectivo que una negociación individual, sobre todo después de escuchar las quejas coincidentes sobre el trato despectivo que la en ese entonces Vicepresidencia Corporativa de Proyecto le daba a sus trabajadores, con frases para el bronce que algunos de esa época recordarán tales como "nosotros pagamos sueldos según el mercado, tómalo o déjalo", y la más notable, no se si para el bronce o más bien para los tribunales, "debes firmar o si no tienes que irte a fin de mes", esta última cuando se generó el 13° sueldo al rebajarnos el sueldo base.

Luego del impulso que la desigualdad de condiciones y el maltrato sufrido por quienes trabajaban en el norte generó para la creación de un Sindicato, y a pesar de que con algunos mensajes entre líneas y otros más directos se trató en su momento de impedirlo, nos pusimos los pantalones largos y conformamos este Sindicato que ahora nos alberga. Nos pusimos de pie para efectuar nuestra primera Negociación Colectiva, para lo cual logramos un alto grado de participación nunca después visto.

Esta hazaña gestacional del Sindicato fue hermosa, pero tuvo un abrupto término cuando después de esta primera negociación, y nuevamente como si no existiera Sindicato, se efectuaron los primeros despidos, de una manera que nunca había ocurrido en Codelco. Desde entonces, la Directiva ha dado una permanente lucha por evitar que esto ocurra nuevamente. Se acabó también con esto la magia, y en lugar de esto se observan un distanciamiento de los socios y opiniones que oscilan entre el miedo y la crítica a la gestión de la Directiva, pero me preocupa más la aparente miopia y falta de autocrítica por parte de los socios.

No será que la unión hace la fuerza, y que la actual condición del Sindicato se debe justamente a la falta de participación de los socios? Y que la repercusión o fuerza con que la Directiva pueda defender sus intereses depende más de esto que de quienes estén representándonos?

No será que la desidia o el miedo nos está jugando una mala pasada? Por qué si se tiene críticas a la gestión de la Directiva, estas no se expresan en las Asambleas y con el voto como corresponde? Quejarse es infantil, participar e involucrarse para lograr los cambios que se quieren es lo que se espera de profesionales y personas maduras.

No derrochemos el esfuerzo que nos llevó crear este Sindicato. Participar es nuestro derecho pero también nuestro deber. Los invito por esto a participar de este proceso, única forma de revalidarnos como Sindicato ante la VP y poder aumentar el grado de repercusión que el Sindicato pueda tener en lo que claramente se nos viene.

Si no lo hacemos por el Sindicato, no dejemos de hacerlo por nosotros mismos.

Atentamente,

Pedro Werlinger

No hay comentarios:

Publicar un comentario